lunes, 9 de noviembre de 2015

La retroalimentación asertiva

Si bien en una entrada anterior realicé una reflexión final del curso, no me percaté que había obviado un contenido: la comunicación asertiva y la retroalimentación. Por supuesto, esto no es un problema, sino una oportunidad pues, como mencioné anteriormente, el aprendizaje no culmina con la finalización del curso sino que, al ser autoaprendizaje, este es constante y para toda la vida. Por ese motivo, mencioné que las competencias, a mi percepción, no son estáticas. En el caso específico de las evidencias que he revisado, que son el video de Rebeca Anijovich sobre la evaluación de los aprendizajes y la retroalimentación (https://www.youtube.com/watch?v=ylB6oU9O-1g), el video de la Pontificia Universidad Católica del Perú, también sobre la retroalimentación (https://www.youtube.com/watch?v=7V5h4cvVgBY), y el texto facilitado por la profesora del curso de Evaluación del aprendizaje, Mg. Liliana Muñoz Guevara de Pebe, sobre la evaluación asertiva para la realimentación y comunicación en el proceso de evaluación del aprendizaje (http://www.upch.edu.pe/evd/pluginfile.php/128169/mod_resource/content/1/EVALUACI%C3%93N.pdf), aportan a la mejora de la siguiente competencia del curso: “Diseña e implementa el sistema de evaluación del aprendizaje planteadas en un curso o módulo formativo, considerando la elaboración de instrumentos de evaluación pertinentes a los resultados de aprendizaje que se desean verificar y comunicar en el marco de los actuales enfoques de la evaluación del aprendizaje por competencias”, pues sin comunicación asertiva, esta no sería posible.
Creo que, quizá por mi carrera o por mi intuición (pues como mencioné en otra entrada anterior, antes de esta maestría, mi buen desempeño docente, evidenciado en la calificación que me hacen mis estudiantes, era por cuestiones meramente intuitivas), siempre he buscado una comunicación asertiva con los estudiantes, aunque nunca había reflexionado al respecto y este es un momento oportuno para hacerlo. A estas alturas del curso, ya casi finalizado, me resulta evidente y menester asumir la retroalimentación como un proceso de comunicación entre el profesor y el alumno que permita a este último la mejora de sus aprendizajes y la aplicación en futuras tareas, por tanto, no debe ser (solo) al final, sino durante el proceso; la evaluación debe ser formativa. La retroalimentación no solo es una explicación del porqué de una calificación. Por lo tanto, la forma como esta se da es importante. Recuerdo que antes de ayer, en la sesión presencial del curso de Evaluación del aprendizaje, un compañero mencionó que “se mataba” escribiendo comentarios en los trabajos de sus alumnos y después percibía que estos no los leían, pues cometían los mismos errores. Pensando en ello, pienso que mi compañero, definitivamente, quería asumir el compromiso de una retroalimentación para la mejora, pero no estaba realizando una comunicación asertiva. La retroalimentación asertiva no sólo debe brindar al estudiante soportes cognitivos, el docente debe considerar factores afectivos y motivacionales, algo que, a mi parecer, mi compañero no estaba considerando y, ahora que reflexiono, creo que podría ayudarlo e intentaré conversar con él al respecto.
Como docentes, si solo indicamos a nuestros estudiantes aquello en lo que fallaron y precisamente lo calificamos como una falla, esto va a resultar desmotivante para el estudiante. Pensemos en nuestras labores como docentes o en cualquier otra ocupación u oficio que realicemos. A nadie nos gustaría que venga otra persona y nos diga: “esto que has hecho está mal, debiste hacerlo de esta otra manera”. Muy probablemente, llamémoslo por instinto o autoestima, ignoraremos dicho comentarios o, si no estamos muy seguros de nosotros mismos, podríamos terminar abandonando dicha actividad. Sin embargo, si nos dicen “Oye, esto está muy bien, esta parte me pareció estupenda… y esta otra la podrías mejorar de tal manera…” sería diferente, muy probablemente estaríamos más motivados y mejoraríamos. Por eso, es recomendable que la retroalimentación inicie por lo positivo y lo negativo sea planteado no como un error sino como una oportunidad de mejora, teniendo en claro, además, que se está evaluando el trabajo, no a la persona que lo realizó, la cual es un ser humano con sentimientos, sueños y motivaciones propias e individuales.
Es necesario que se cree un diálogo entre profesor y alumno para saber qué aquel pueda identificar qué ha comprendido este. Para ello, en mi experiencia, es fundamental la comunicación no verbal. Muchas veces los profesores debemos tener la capacidad de leer el lenguaje no verbal de los estudiantes pues estos, por diferentes factores, podrían no estar entendiendo lo que intentamos comunicar o no estar motivados al respecto y no lo manifiestan oralmente. Esta es una oportunidad, considero, para aplicar varias de las capacidades sobre la comunicación adquiridas durante el curso que llevamos en la Maestría: Habilidades para el desarrollo profesional, con la profesora Roxana Cordano. Como comunicador y, por mi carácter, creo que tengo cierta habilidad para interpretar el lenguaje no verbal y ayudar a los alumnos cuando identifico alguna incomprensión o desmotivación, aunque debo reconocer que es complicado. Sin embargo, solo la práctica me ayudará a mejorar esta retroalimentación y lograr una comunicación asertiva.
Finalmente, quiero quedarme con un reto que plantea Rebeca Anijovich: ¿Cómo hacer para que la retroalimentación sirva para el alumno en el tiempo y no solo para mejorar una tarea? He vivenciado la experiencia de, a partir de una buena retroalimentación, ver a los alumnos mejorar su desempeño en un curso pero, según mi percepción, en la mayoría de los casos los alumnos reciben la retroalimentación solo para mejorar su calificación en dicho curso y, salvo excepciones, no aplican lo aprendido para el futuro. Entonces, como docentes, cabe preguntarnos y buscar cómo podríamos hacer para que la retroalimentación en particular y, lo aprendido en cada curso, de manera general, sea asumido por el estudiante más allá del curso en cuestión y aplicado durante la vida. Es un reto, por ahora, al menos para mí, sin respuesta. Un reto y, como tal, asumo un compromiso de ir en busca de dicha respuesta para intentar aplicarla en mi labor como docente.



jueves, 5 de noviembre de 2015

Conclusiones y cuadro de evidencias



Ya se acerca el cierre del curso Evaluación del Aprendizaje y es buen momento para hacer algunas conclusiones a partir de las competencias planteadas, las cuales son:

1.- "Diseña e implementa el sistema de evaluación del aprendizaje planteadas en un curso o módulo formativo, considerando la elaboración de instrumentos de evaluación pertinentes a los resultados de aprendizaje que se desean verificar y comunicar en el marco de los actuales enfoques de la evaluación del aprendizaje por competencias."

2.- "Utilizar herramientas de las tecnologías de información y comunicación para procesar información y generar conocimiento en forma colaborativa con la finalidad de responder a las demandas académicas del curso"

3.- “Trabaja en equipo de manera constructiva, crítica y reflexiva con la finalidad de alcanzar metas comunes.”

Considero la adquisición de la primera competencia la más retadora, no porque las otras no sean importantes, sino porque creo que es aquella sobre la cual tenía menos conocimientos previos al curso, y digo “tenía” porque, estando a casi una semana de la finalización de este, percibo que esta situación ha cambiado.

Para poder “diseñar e implementar”, fue necesario primero conocer y comprender paradigmas y enfoques de la evaluación del aprendizaje, logro que obtuve al revisar diferentes videos facilitados por la profesora del curso, Liliana Muñoz Guevara de Pebe, y documentos escritos facilitados por ella o encontrados mediante mi propia indagación en internet. Las reflexiones realizadas a partir de estos y la realización de mapas mentales son evidencias de este logro de aprendizaje. Sin embargo, para adquirir la competencia hacía falta diseñar e implementar lo comprendido en mi labor docente, algo que logré al diseñar, junto con mis compañeros, una matriz de evaluación para uno de mis cursos, al realizar la tabla de especificaciones para una prueba escrita a aplicar en otro de mis cursos y al mejorarla a partir de las sugerencias de mis compañeros en clase. Por otro lado, el reflexionar sobre la aplicación de una experiencia de evaluación utilizada en otro contexto, a partir de otros textos facilitados por la profesora, el realizar una rúbrica para mi curso, el compartirla con una compañera para que ella me evalúe y para yo evaluar otra rúbrica realizada por ella, son más evidencias del alcance de la primera competencia.

Con respecto a la tercera competencia, si bien considero que la tengo desde hace varios años, pues el trabajo en grupo de manera constructiva, crítica y reflexiva es fundamental en mi profesión y, por eso, en el pre grado me formaron para ello; creo que la estoy mejorando, si cabe la palabra, pues he aprendido, gracias a las conversaciones en clase, que las competencias no se deben simplificar al nivel de si se tienen o no, pues hay grados en los cuales estas son adquiridas. Creo que el trabajar con mis compañeros para diseñar la matriz de uno de mis cursos, el implementar cambios en mi tabla de especificaciones a partir del aporte de mis compañeros en clase o el evaluar la rúbrica de una compañera y que esta evalúe la mía, me permiten desarrollar aún más esta competencia; competencia que, por supuesto, seguiré desarrollando, al igual que la competencia 1, ya adquirida, al realizar el trabajo grupal final del curso.

Finalmente, considero que la competencia 2 la estoy adquiriendo. Debo reconocer que, a pesar de mi edad y de mi profesión, no soy muy entusiasta por la nueva tecnología, sin embargo, reconozco la utilidad de esta y cada vez que descubro que hay nueva tecnología que me puede servir, la implemento, pues no tengo mayores dificultades para este aprendizaje. En el curso he descubierto el mind42, he aprendido a crear un blog a través de un correo gmail y me he enterado, gracias a lo que me ha comentado una compañera, que es posible hacer mapas mentales con el Power Point, algo que ella me ha dicho que me enseñará a hacer cuando entremos de vacaciones. Las herramientas que me han brindado en este curso, por tanto, me permiten adquirir la competencia 2, pero lo más importante es el proceso de auto aprendizaje, algo descubierto en un curso anterior (Didáctica), pues la tecnología está en constante movimiento, lo que es nuevo hoy resulta obsoleto o superado muy rápidamente, por lo que es importante aprender a aprender, aprender de compañeros y, en muchos casos, de los estudiantes a mi cargo. Recuerdo hace unos años que aprendí a usar el Drive gracias a mis estudiantes que me comentaron sobre este y ahora lo uso en mis clases. Utilizar herramientas de las tecnologías de la información y la comunicación es una competencia importante. Este curso nos ha brindado la posibilidad de conocer algunas pero lo más importante es saber que nosotros podemos conocer muchísimas más, según nuestras necesidades, e ir integrándolas en nuestra labor docente.

Cierro esta reflexión adjuntando un cuadro que muestra las conexiones entre las evidencias de aprendizajes en el curso y incluidas en el portafolio y las competencias del mismo: https://docs.google.com/spreadsheets/d/1GDRWMbXPDeWZa_Z-y4Xtn9F7XBb21zuAU2mmaSqWe6A/edit?usp=sharing

Lista de cotejo para evaluar mapa mental

Debo confesar que he estado en duda de si debía o no compartir esta lista de cotejo. Sucede que, si bien al iniciar este curso nunca había hecho un mapa mental y, es más, ni siquiera sabía bien qué era (algo que la profesora Liliana supo explicarme bien en clase y luego terminé de entender a través de mi autoaprendizaje), considero que los he hecho bastante bien. Por ese motivo, me sentía corto de publicar esta lista de cotejo, pues no encuentro ningún error y entré en duda de si compartir o no un documento en el cual me autocalifico con la nota 20. Sin embargo, creo que es mejor hacerlo, pues lo contrario podría ser interpretado como que no cumplí con esta tarea; además, al compartirlo, siempre es posible recibir retroalimentación y descubrir qué cosas pude mejorar.
Por este motivo, comparto en este link la lista de cotejo de mis mapas mentales.


lunes, 2 de noviembre de 2015

Evaluando a un compañero

Como comenté en una entrada anterior, la semana pasada realizamos un trabajo de evaluación de la rúbrica de un compañero. En ese momento, compartí la evaluación que hice sobre la rúbrica de mi compañera. Ahora tengo el gusto de compartir la evaluación que ella hizo de mi rúbrica :)

viernes, 30 de octubre de 2015

Reflexiones de la semana y mapa mental rúbrica



Esta semana he trabajado bastante sobre la rúbrica, pues he revisado 3 evidencias, 2 de las cuales son videos en youtube (https://www.youtube.com/watch?v=VcjxcFqi8U4https://www.youtube.com/watch?v=yYOxrbpZHe0) y la otra un PPT preparado por la profesora Mg. Liliana Muñoz Guevara de Pebe, (http://www.upch.edu.pe/evd/pluginfile.php/126018/mod_resource/content/1/RUBRICA%202.pdf); además, he elaborado una rúbrica para aplicar en uno de los cursos que tengo a mi cargo en la universidad, la he compartido con una compañera y he revisado, evaluado y comentado la de ella. Por este motivo, he decidido hacer mi reflexión metacognitiva sobre este tema.

La rúbrica es sin duda un documento fundamental para la evaluación, pues permite objetividad para el docente y es clara para el alumno, el cual puede reflexionar a partir de esta y tomar decisiones. Pero la rúbrica no solo es importante después de realizada la evaluación, también es fundamental para alcanzar los logros de aprendizaje. El profesor debe dar a conocer la rúbrica de evaluación a los alumnos antes de que estos realicen un trabajo, así la pueden utilizar como documento guía que los orientará en su estudio, en su auto aprendizaje. La rúbrica ayuda a los estudiantes a identificar aquello que deben lograr.

Lamentablemente, creo que muy pocos profesores utilizan la rúbrica de evaluación, al menos en la carrera en la que soy profesor. En uno de los cursos que tengo a mi cargo, los alumnos deben realizar un video de ficción. Los diferentes profesores del curso nos reunimos, vemos todos los videos realizados por los alumnos de las diferentes secciones y les ponemos una nota; de esta manera, unificamos la calificación y evitamos que haya un profesor que califique más alto o más bajo que los demás. Sin embargo, en este proceso, las notas las ponemos intuitivamente pues, en base a nuestra experiencia, conversamos cuánto creemos que merece cada video. Es común, por tanto, que en estas reuniones se escuchen comentarios como: "yo creo que este video merece un..." No hay ningún documento que oriente esta calificación. Creo que debemos elaborar una rúbrica para unificar criterios, para que la calificación no sea tan subjetiva y, al mismo tiempo, para que el alumno pueda entender mejor el por qué de su nota y en qué debe mejorar.

Esta semana conversé con una colega sobre la importancia de la rúbrica y me dijo que alguna vez había hecho una pero el problema está en que, a veces, debido a las rúbricas los alumnos terminan adquiriendo calificaciones que, según la experiencia del docente, no equivalen al nivel alcanzado en el producto calificado. Es verdad, alguna vez me pasó que, por la rúbrica, los alumnos obtenían una calificación pero, en base a mi experiencia, me parecía que merecían otra.  Le expliqué a mi colega que eso no significa que la rúbrica no sirva, sino que está mal diseñada. La mejor rúbrica es aquella que se vuelve a hacer, que se corrige en base a las experiencias del docente. La rúbrica se puede ir mejorando según la experiencia adquirida. Si un profesor descubre que una rúbrica no está reflejando correctamente el nivel de aprendizaje alcanzado por el alumno, entonces debe corregirla para que, en el siguiente semestre, la rúbrica esté mejor diseñada.

Otra expresión que se escucha continuamente entre profesores es lo difícil o laborioso que es corregir trabajos y exámenes. La rúbrica también ayuda en este proceso. Por ejemplo, con una rúbrica clara, al leer un examen de preguntas abiertas el profesor que califica puede hacer una lectura rápida porque la rúbrica lo orienta o focaliza su atención en aspectos determinados, Afirmo esto por experiencia, a mí corregir 75 exámenes, por ejemplo, no se me hace tan pesado como a mis colegas porque la rúbrica me orienta a buscar características específicas en cada respuesta.

Un problema con el que sí me he encontrado es que yo no elaboraba mis rúbricas con un cuadro, como he aprendido esta semana. Mis rúbricas las hacía en borrador, en un papel escrito a mano que sólo yo utilizaba. Por ese motivo, al corregir los trabajos de los alumnos, tenía que explicar en cada uno los errores cometidos y cómo debía ser la respuesta o el nivel óptimo. Muchas veces, he terminado escribiendo los criterios una y otra vez, haciendo un trabajo largo y tedioso. Ahora sé que, con el cuadro de la rúbrica, lo único que debo hacer es llenar el cuadro con los niveles de logro alcanzados por cada alumno y entregarlo, sin necesidad de redactar una y otra vez en cada evidencia.

Esto me hace ver que el lograr la competencia: "Diseña e implementa el sistema de evaluación del aprendizaje planteadas en un curso o módulo formativo, considerando la elaboración de instrumentos de evaluación pertinentes a los resultados de aprendizaje que se desean verificar y comunicar en el marco de los actuales enfoques de la evaluación del aprendizaje por competencias" es más que complejo, pues no basta con en conocimiento y el diseño, la implementación implica un proceso de constante movimiento, no es un proceso estático sino un proceso de continua mejora y trabajo colaborativo con los colegas con los que, muchas veces, uno como docente debe cordinar para poder implementar innovacines educativas. El comprimiso de asumir este reto, sin embargo, creo que es una evidencia del logro.

La rúbrica, en resumen, es un instrumento de evaluación de suma importancia, orienta al alumno en el trabajo que realiza, genera una mejor retroalimentación, hace que la calificación del docente sea objetiva y ayuda a este a que el trabajo de evaluación sea más ligero. Es un reto para el docente elaborar buenas rúbricas para sus cursos e irlas mejorando constantemente, este retro genera satisfacciones para todos los involucrados en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Comparto en este link un mapa mental sobre la rúbrica de evaluación.

OJO: En la ramificación denominada "tipos" hay notas que sugiero revisar para mejor entendimiento.

http://mind42.com/public/3d004a47-32b5-47e6-9879-b557e843ab15

Seleccion experiencia y aplicacion








A partir de la lectura del texto: de Juan Marin-García, "Alumnos y profesores como evaluadores de 
presentaciones orales"
(http://www.upc.edu/rima/grupos/grapa-evaluacion-1/bibliografia-evaluacion/publicaciones-de-evaluacion/la-evaluacion-compartida-investigacion-multidisciplinar/view), realicé un análisis sobre la posibilidad de aplicar esta estrategia de evaluación en uno de los cursos que dicto en la Universidad. Comparto el trabajo realizado en el siguiente link:  
https://docs.google.com/document/d/1ZV3RwCTnYtJB8RVxKgyW76_hK9fFCNH7kzxI8WAoYmA/edit?usp=sharing

Evaluando la rúbrica de una compañera


En el curso Evaluación del aprendizaje me tocó evaluar una rúbrica diseñada por mi compañera Rosario Cabrejos. Le he hecho mis comentarios por correo electrónico y, con su permiso, comparto acá la rúbrica diseñada por ella, mi evaluación a través de una rúbrica para evaluar su rúbrica y mis valoraciones finales.