Inicio las reflexiones de esta semana compartiendo esta imagen que me genera 2 emoociones:
1.- Ternura, la ternura de un bebe que tiene toda la vida por delante para formarse como ser humano, así como los estudiantes. Los docentes debemos recordan que nuestros estudiantes son seres humanos con emociones, las cuales hay que considerar en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, incluyendo los momentos de evaluación.
2.- La expresión del niño me remite a cómo alguna vez me sentí, de niño (con más años, por supuesto), al acercarse los exámentes del colegio, justamente, porque estos examenes eran memorísticos y atemorizadores, no estaban concebidos como parte integral del aprendizaje.
La prueba escrita objetiva es un tipo de evaluación que no utilizo como docente y, como estudiante, creo que desde mi examen teórico de manejo, allá por el año 1998, no me enfrento a una. No utilizo este tipo de prueba porque los cursos que tengo a mi cargo en la universidad son cursos de aplicación, en los cuales, los indicadores de los logros de aprendizaje son productos audiovisuales, es decir, se busca que los alumnos escriban un guión de ficción audiovisual o, en otro curso, realizan el piloto de una serie de televisión. El que los alumnos enumeren las características de un guión o que definan teóricamente algunos de sus elementos no sería un indicador del logro de aprendizaje final ó competencia que el curso plantea.
1.- Ternura, la ternura de un bebe que tiene toda la vida por delante para formarse como ser humano, así como los estudiantes. Los docentes debemos recordan que nuestros estudiantes son seres humanos con emociones, las cuales hay que considerar en todo el proceso de enseñanza-aprendizaje, incluyendo los momentos de evaluación.
2.- La expresión del niño me remite a cómo alguna vez me sentí, de niño (con más años, por supuesto), al acercarse los exámentes del colegio, justamente, porque estos examenes eran memorísticos y atemorizadores, no estaban concebidos como parte integral del aprendizaje.
La prueba escrita objetiva es un tipo de evaluación que no utilizo como docente y, como estudiante, creo que desde mi examen teórico de manejo, allá por el año 1998, no me enfrento a una. No utilizo este tipo de prueba porque los cursos que tengo a mi cargo en la universidad son cursos de aplicación, en los cuales, los indicadores de los logros de aprendizaje son productos audiovisuales, es decir, se busca que los alumnos escriban un guión de ficción audiovisual o, en otro curso, realizan el piloto de una serie de televisión. El que los alumnos enumeren las características de un guión o que definan teóricamente algunos de sus elementos no sería un indicador del logro de aprendizaje final ó competencia que el curso plantea.
Al leer los textos de Antoni Sans Martin (http://www.octaedro.com/ice/pdf/DIG102.pdf) y el PPT y el texto de apoyo elaborados por la profesora de mi curso de Evaluación del Aprendizaje, la Mg. Liliana Muñoz Guevara de Pebe, (http://www.upch.edu.pe/evd/pluginfile.php/123665/mod_resource/content/1/OBJETIVA.pdf y http://www.upch.edu.pe/evd/pluginfile.php/123664/mod_resource/content/1/PRUEBA.pdf) confirmo que la prueba escrita es ideal para evaluar conocimientos y la comprensión de los mismos, pero hay otros más idóneos para evaluar la aplicación de estos, y los logros de aprendizaje de los cursos a mi cargo son de aplicación. Por lo tanto, la prueba escrita objetiva no debe ser aplicada en mis cursos como una evaluación sumativa, es decir, como evaluación final; sin embargo, para que los alumnos puedan aplicar conceptos antes deben conocerlos y comprenderlos y, en ese sentido, la prueba escrita puede ser un valioso instrumento de evaluación parcial.
En uno de los cursos que dicto, Narrativa Audiovisual, los profesores del curso hemos acordado aplicar una prueba escrita para evaluar la adquisición de conocimientos de los alumnos y la identificación de estos en un producto audiovisual completo (usualmente una película o largometraje cinematográfico). Esta prueba suelo aplicarla a partir de un cuestionario de preguntas abiertas pero, leyendo las lecturas mencionadas, creo que perfectamente podría aplicar una prueba escrita objetiva.
La prueba escrita objetiva ofrece ciertas ventajas, como son el hecho de poder aplicarse en el momento que el docente considere pertinente, el ser ideal cuando se tiene a cargo grupos numerosos o el permitir un mayor número de preguntas en función a los propósitos planteados. En función a estos propósitos se debe elaborar una Matriz de Evaluación, algo que, reconozco, nunca había hecho, pues no conocía de su existencia. La Matriz de Evaluación me parece valiosa, pues debo admitir que nunca había reflexionado, antes de elaborar una prueba escrita, en el peso que le doy a cada propósito y, por tanto, el número de preguntas con respecto a cada uno de estos era aleatorio. Ahora, luego de reflexionar sobre ello, he elaborado una Matriz de Evaluación y después he hecho una prueba escrita objetiva en función al número de preguntas planteadas en la matriz, tomando en cuenta los propósitos mencionados. Creo que la prueba escrita está lista y espero aplicarla en el 2016-1. Este diseño, además, hace evidente que estoy implementando lo que aprendo en el curso, es una evidencia, por tanto, ¡de la obtensión de una de las competencias del curso! :)
Adjunto la prueba en este blog, junto con la Matriz de Evaluación y, como anexo, las respuestas de la prueba. Por supuesto, terminado el curso de Evaluación, borraré la prueba de este blog para evitar que mis futuros alumnos accedan a ella.
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